No se extrañen. Bajo su apariencia, dentro de sí, Enrique Demetrio esconde un sofisticado dispositivo de elaboración simbólica, y un potente generador de sincretismo conceptual y plástico.
Sus obras presentan una profusa mixtura de cosmogonías diferentes, equiparando sus valores simbólicos, para activar una operación de síntesis cultural unificadora.
Pintura, escultura, dibujo, performances, todo sirve de vehículo para un mismo fin; la activación de una nueva mística intercultural, en ella se mezclan Astarté y Yemayá, las runas y las ceremonias yorubas, el tarot y la cábala. El autor reelabora símbolos como el Indalo de Almería, al que otorga una doble advocación: masculina y femenina; y erige con ello un nuevo icono. Pero más allá de eso, más allá de una escultura, el artista ofrece al espectador la posibilidad de participar en una suerte de rito propiciatorio. Esta actitud chamánica, de la que podríamos encontrar su precedente en la obra de Joseph Beuys, denota la preocupación del autor por el poder del arte como factor de reflexión y de catarsis.
En sus pinturas encontramos metamorfosis y construcciones
mito-poéticas de distintas culturas en las que el ser humano se integra en el medio natural. Las parejas adquieren un frescor vegetal, y los sexos se tornan hojas. Una Astarté estilizada eleva sus brazos al cielo y estos ramifican en copa de árbol. La energía sexual deviene en fuerza mística y, por tanto, en luz metafísica. Las escaleras se transforman en pirámides-zigurats desde las que acceder a una realidad otra, todo ello iluminado por un sol nocturno, candelas y el humo de los sacrificios. Los árboles cercenados retoñan, y sus cuerpos ascienden al plano celeste donde son acogidos por los dioses mayas.
Esta es, en suma, la poética de Enrique Demetrio que viene dada por una identificación clara y profunda entre su voluntad de ser en el mundo y su práctica artística como ontología de vida. Tengan cuidado con él, es costumbre suya sorprender.
Antonio Llanas
¨Las ventanas de Dios". Óleo/cartón. 1998
"Plegarias"´. Óleo/cartón. 1998.
"El árbol musicado". Óleo/lienzo. 1.60x2.40. 2006.